Lo relatado en Los
orígenes -su conmovedora piedad filial recuerda a “Entre ellos”
de Richard Ford- gira en torno a la figura de los padres del autor,
su familia. Carlos Liscano sigue la pista de sus ancestros, narra con
sencillez, claridad y concisión. Todo se vuelve sumamente íntimo
pero a la vez cierta universalidad se revela: al arrimarnos esas
vidas también se nos acerca su entorno, su contorno, un trasfondo en
movimiento que es, ni más ni menos, la representación de diversos
momentos del siglo veinte uruguayo. Como un explorador de la memoria
(y el olvido) Liscano se sumerge en los antecedentes de su
sustanciosa vida (dudas, sospechas y ratificaciones), luego la
(re)transita aprovechando el filtro de la distancia que el presente
nos ofrece. El resultado es una serie de cuadros donde disfrutamos el
paisaje de sus recuerdos familiares, el barrio de su infancia, los
rostros idos con los que ya es imposible dialogar. El texto de
Liscano no es un simple desahogo catártico, se trata de una
(re)construcción identitaria que, aunque personal, nos atañe como
lectores. Porque nos ofrece emoción, nos conmueve y nos anima a reflexionar. En mitad de la lectura me sentí interpelado: “Alguien,
al promediar la noche, seguirá leyendo”. Me enderecé en la cama,
dejé a un lado estos apuntes y seguí leyendo hasta el final.
viernes, 22 de noviembre de 2019
martes, 12 de noviembre de 2019
Gabinete poético - 2
Continúo montando las piezas de este
Gabinete poético. Hoy es el turno de Daniel Zayas Aguilera, notable
poeta cubano que ha tenido la gentileza de prestarme un texto
perteneciente al libro “Partos bajo tierra”*. Con él, con este
poema, la sala embellece. Bienvenidos.
Poema en el que abuela pregunta por sus
perros
Que seas feliz, feliz, feliz...
Abuela canta entre el bullicio.
Tío sube más la radio porque abuela
canta
y no escuchó si fue bola o strike.
Yo aguardo el instante en que ella
descubra
la complicidad de su nariz y la mía
para recordarle que soy su nieto
y recurrir a uno de esos noviembres
en que ella trazaba una línea sobre mi
cabeza
para mostrar la evolución de mi
estatura.
Finalmente me toma de las manos,
echa a llorar de la vergüenza
y, mientras le explico cuánto he
crecido
ausente de sus días,
vuelve a preguntar por sus perros,
a rogar que no los maltraten,
a exigir el almuerzo que niega haber
comido
o a entonar las notas de esa canción:
Que seas feliz, feliz, feliz
es todo lo que pido en esta
despedida...
Y yo vuelvo a quedar sin edad ni rostro
como esas líneas inconclusas
en una pared de su cuarto.
* Partos bajo tierra, Daniel Zayas Aguilera, Ediciones Loynaz, 2017.
miércoles, 6 de noviembre de 2019
Gabinete poético - 1
Quizás con el objetivo de darle
sentido y utilidad a mi blog pongo en marcha este “Gabinete
poético”. Es decir, una habitación virtual donde pretendo exhibir
-para estudiosos y/o curiosos- poemas que considero importantes desde
mi gusto, “saber” y sentir. El primer cuadro de esta exposición
es un bello texto de Pablo Barrios perteneciente a su conmovedor
poemario “10/33 y otros cantos”*. Pasen, intervengan en este (mi)
gratuito y arbitrario juego.
1
desaparecer
bajo tierra
al igual que
o mantenerme a flote
como ahora
ver árboles
estelares
brillantes
caracoles
tirarles sal
ver los astros
expandirse una
vez más
como siempre
* 10/33 y otros cantos, Pablo Barrios, Solazul ediciones, 2016.
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