tag:blogger.com,1999:blog-91234071336343801762024-03-05T10:16:16.756-08:00Puerta QuimeraMiguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.comBlogger23125tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-9834896228493488852020-03-29T15:50:00.001-07:002020-03-29T15:50:46.855-07:00Gabinete poético - 5<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"><i>¿Cómo sería
atravesar una cuarentena dentro de mi Gabinete poético? Esa pregunta me asaltó
en esta nueva y repetida mañana. Decidí visitarlo para corroborar sensaciones,
para re-saborear versos y sacudir el polvo de las iniciales emociones. El
gabinete está preparado para soportarlo todo. Incluso antes de retirarme, antes
de pasar la llave invisible (la de nadie, la de todos) me preocupé de dejar una
nueva obra. Un soneto de Leonardo De León, es decir, un poema del poeta
uruguayo (menor de cuarenta) más importante que conocemos. Y conocemos muchos. Vengan
todos, el gabinete permite aglomeraciones. <o:p></o:p></i></span></div>
<br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4CxI8sUlXsm015dhhbHG1e7WmTYCMhQze9Wtp3EV17UnXED8uwxnuWdnAigltP_xZHks-8tR3nkOaidTj6_gaA3E4RhiVwXMX23C1shFMVNb8AQcLusoCXhFmWhU1un7YqubUjGhRIN0/s1600/20200328_212148.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1296" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4CxI8sUlXsm015dhhbHG1e7WmTYCMhQze9Wtp3EV17UnXED8uwxnuWdnAigltP_xZHks-8tR3nkOaidTj6_gaA3E4RhiVwXMX23C1shFMVNb8AQcLusoCXhFmWhU1un7YqubUjGhRIN0/s400/20200328_212148.jpg" width="323" /></a></div>
<br />
<b><br /></b>
<b>Lluvia</b><br />
<br />
De plomo y de terror la piel del cielo<br />
se curva por el peso de la lluvia<br />
un rayo la desgaja y se diluvia<br />
la furia de su llanto y de su duelo.<br />
<br />
En todas partes corre la amenaza<br />
del agua que estancada en la laguna<br />
soñaba con trepar hasta la luna<br />
y ver con su pupila mi terraza.<br />
<br />
El trueno abre los ojos, sudestada<br />
que grita un galopar sobre la aldea<br />
un árbol de cristal que el viento arquea<br />
<br />
se aferra y despedaza la mirada.<br />
Colérica la lluvia nos hermana.<br />
Lastima la frialdad de la ventana.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<i>Otra piedra de sol</i>. Leonardo De León, Lady J Ediciones, 2015.Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-25866937968302246392020-03-17T13:05:00.000-07:002020-03-17T13:05:06.156-07:00Mi estreno en la Feria del Libro de Montevideo (2019)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil6MyYoFg0rmv8XPw8zc5YxB74eLdO0ieIUrgWqo7CM7GcSJQeO6BZC0EzTjUF8t39nUw8rvby4wD85g_Ufuh3dIp9h9PSfg4ZVDi_ncaN-sshqD0b0f_UHfWno3kvg2JsKDr3eFlFndM/s1600/20191110_005150.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil6MyYoFg0rmv8XPw8zc5YxB74eLdO0ieIUrgWqo7CM7GcSJQeO6BZC0EzTjUF8t39nUw8rvby4wD85g_Ufuh3dIp9h9PSfg4ZVDi_ncaN-sshqD0b0f_UHfWno3kvg2JsKDr3eFlFndM/s400/20191110_005150.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Tardío e inesperado aunque parezca una contradicción.
La FIL de mi ciudad tardó muchos años en cederme un espacio (primero fue
Atlántida, luego Concordia,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más tarde La
Habana) y cuando lo hizo me enteré con pocas horas de anticipación. Llovía,
como en todos mis estrenos, y no tuve tiempo de armar un mínimo discurso así
que recurrí al mismo texto que utilicé en la primera presentación de <i>Libreta
insomne</i>. Sobre la marcha improvisé algunas variantes que solo lograron
empeorarlo pero sin tocar la ruina. Al menos eso me aseguraron mis pocos amigos
presentes. Mientras la representante de la Editorial Primero de Mayo ofrecía
unas palabras acerca de las novedades de su sello en mi mente zumbaba una idea
persistente: cada vez disfruto menos de las presentaciones en público. Más allá
de eso estaba contento por la experiencia y me generaba cierto regocijo observar
desde mi silla un breve triángulo de lluvias, casi una postal con la plaza y
sus transeúntes apurados. Por otra parte, era tranquilizador saber que Marosa –más
inmensa que nosotros- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuidaba mis
espaldas.<o:p></o:p></span></div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-49522921596944250192020-03-14T14:51:00.001-07:002020-03-14T14:51:12.198-07:00Mis "lecturas de verano" (5, 6 y 7)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtJYZYef-35yqu8Oyvk79QNyhUxLD_H5lII_DazcER0CLXF3iMbSXG7W5q3zSLteflX7XcveoOXstGvZBhsVt9yfI8eUXwlopRWkGK6aNS-MR78-bQxBs6aIHy-0ZGBpKTp9ayfEuMQv0/s1600/20200211_181429.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtJYZYef-35yqu8Oyvk79QNyhUxLD_H5lII_DazcER0CLXF3iMbSXG7W5q3zSLteflX7XcveoOXstGvZBhsVt9yfI8eUXwlopRWkGK6aNS-MR78-bQxBs6aIHy-0ZGBpKTp9ayfEuMQv0/s400/20200211_181429.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Ahora que todo el mundo está temeroso y expectante de
las trompetas del apocalipsis (acaso, una humilde armónica sea suficiente)
decido cerrar de una vez este pequeño apartado de mis lecturas veraniegas. En
las últimas dos semanas la planificación de clases se llevó casi toda mi
atención y perdí o dejé que se perdieran los apuntes que pensaba transcribir al
blog y que correspondían a los siguientes textos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nunca acaricies a un perro en llamas</i> (Alberto Gallo, 2010); <i style="mso-bidi-font-style: normal;">31 canciones</i> (Nick Hornby, 2003); y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Siddhartha </i>(¿hace falta decirlo? Hesse,
1922). A pesar de este pequeño contratiempo o aprovechándome de él, seré
sumamente breve y arbitrario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">La novela de Gallo -mucho menos ambiciosa y
contundente que su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ángeles entre nosotros</i>-
es, en apariencia, ingrávida y cristalina. Sin embargo, está impecablemente
escrita, su prosa es pulcra e invita a la fluidez y a la velocidad. Esconde
algunos guiños a Rulfo, aunque los esconde a medias ya que Gallo nos avisa (¿innecesariamente?)
de su mecanismo casi como si dejara ver los zapatos debajo de la cortina. Se
percibe una profusa investigación de la cultura japonesa, de su historia y
sensibilidad, también un sondeo de su inabarcable espíritu. Gallo –lo sabemos-
es muy bueno, aunque en esta obra específica podríamos –creo que sin faltarle
el respeto- retirarle el “muy”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Nick Hornby. Reconozco que hasta enero de 2020 no
tenía idea de quién era Nick Hornby. Ahora sé que es un novelista británico,
autor de la aclamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alta fidelidad</i>
(llevada al cine en el año 2000), fanático del Arsenal y de la música pop. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su libro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">31
canciones</i>, resultó ser una de mis lecturas más placenteras de los últimos
tiempos. Se trata de una serie de ensayos (31, para los distraídos o carentes
de intuición) nada presuntuosos sobre las canciones que lo “mueven”, que han
significado algo para él en diversos momentos de su vida. El
resultado es un libro fresco, instructivo, que me llevó a abrir varias veces la
ventana de YouTube para buscar canciones, corroborar detalles señalados, hacer
analogía de sensaciones y opinar a favor o en contra de las subjetivas
apreciaciones de Hornby. Como si fuera poco, la lectura me brindó algunas ideas
para un proyecto personal que se encuentra en marcha. Encantador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Llegamos a Hesse. Lo que es decir que llegamos a una
torre de la literatura y, si bien mi opinión no es capaz de mancillar uno solo
de sus ladrillos la expongo. Se trata de una relectura, pero aquella lectura
inicial está tan apartada de mi recuerdo que fue casi como empezar de cero. Y
me encontré con otro Hesse. Porque el registro de la prosa de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Siddhartha</i> no se parece en nada al de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El lobo estepario</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Knulp</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El último verano de
Klingsor</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Siddhartha</i> es un roce
espiritual donde poco importa el cuerpo de las palabras, la materia del
lenguaje es apenas un vehículo para explorar, para atisbar un sendero que se
recorre en otros libros y se practica en la vida si se tiene la aspiración, si
se asume el compromiso. No es la estética su virtud y veo en eso algo
coherente. Es un libro tan arriesgado como profundo y que, pensándolo bien,
Hesse continúa escribiendo -en sus cartas- hasta la muerte. <o:p></o:p></span></div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-9009769728489440392020-02-29T19:23:00.000-08:002020-03-01T13:48:50.883-08:00Mis "lecturas de verano" (4)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyEshKsP0zSdC2Zdsuv1feHTbbm1zELHy9G7mz_KCB1AnK1ptjycJ_NkR8oiE9AaHBM9_ylpagYVRWp0CDeGddAXvaPwRSSh0VGzb1FYqrUnyM591DqAs9AqMsCzvJF-b20wVxI9G2Yx0/s1600/20200229_235427.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="976" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyEshKsP0zSdC2Zdsuv1feHTbbm1zELHy9G7mz_KCB1AnK1ptjycJ_NkR8oiE9AaHBM9_ylpagYVRWp0CDeGddAXvaPwRSSh0VGzb1FYqrUnyM591DqAs9AqMsCzvJF-b20wVxI9G2Yx0/s400/20200229_235427.jpg" width="243" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Cualquier arribo a una isla como esta viene precedido
de vientos favorables. Avizoré los cayos que rodean el nodo poético de Seamus
Heaney hace varios años, durante una de mis tediosas (pero instructivas)
jornadas laborales nocturnas. Allí visité poemas como “Sibila” y “Conduciendo
de noche” en la impagable <a href="http://amediavoz.com/" target="_blank">A media voz</a> (web que reúne la mejor poesía del
uni-verso). Tiempo después, la poesía de Heaney era para mí un viaje del que
apenas quedaban unas pocas fotografías mentales. Hasta que me topé con Bloom y
sus tan subjetivas coordenadas del mapa poético occidental. Si bien Bloom
dedica unas pocas páginas al Nobel irlandés es justo reconocer que su mirada fue
un golpe de timón, viento y oleaje propicio capaz de arrastrarme de regreso. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cadena humana</i> es el proyecto poético de
un autor ya consolidado que, casi sin esfuerzo, alcanza una innegable universalidad
desde la sencillez, desde lo mínimo y, pocas veces, desde el impacto. El vacío
de “La casa a oscuras y la puerta abierta” (poema de la página 149) no se
materializa hasta varios poemas después, donde la comprensión de los espacios y
los silencios es la resonancia de un aletargado eco interior. Esa duración del
efecto es la virtud que desdibuja la aparente brevedad de los textos que un
lector desatento podría pasar por alto. Heaney repite este mecanismo, pinta
cuadros naturales donde privilegia los límites del mar (puertos, muelles) y de
los bosques (caseríos), cita a Dante entre versos sumamente prosaicos y elabora
una detallada red que tiende entre la forma y el contenido. El único reparo a
esta grata experiencia de lectura es extra-Heaney: la traducción. Demasiadas
licencias en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">transcrear</i> de Pura
López Colomé debido a su interés por replicar una imposible musicalidad. <o:p></o:p></span></div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-57861972023088769422020-02-27T22:08:00.000-08:002020-02-27T22:08:42.894-08:00Mis "lecturas de verano" (3)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvChP7y_O0IWOmpt6sWTHRJ49wIYHbzzzgHP0Do3OpIRJHOd_CTJM-rpI_B9m4FOVxUxdUH-qoBjR11ybZ-fg5ytSEE2BMLPiJGfYbzGhQoxAxQegf6kBf1RF9ow3JGBNUs7UWWFu0vCc/s1600/20200228_025422.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1573" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvChP7y_O0IWOmpt6sWTHRJ49wIYHbzzzgHP0Do3OpIRJHOd_CTJM-rpI_B9m4FOVxUxdUH-qoBjR11ybZ-fg5ytSEE2BMLPiJGfYbzGhQoxAxQegf6kBf1RF9ow3JGBNUs7UWWFu0vCc/s400/20200228_025422.jpg" width="392" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Hay tantos Andrés Neuman como Neuman se proponga. Hay
un Neuman de la imponente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fractura</i> y
hay otro Neuman del ínfimo aforismo. ¿A cuántos Neuman de distancia se
encuentra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hablar solos</i> de las
Microrréplicas? ¿Qué tan Neuman son los haikus y sus diarios de viaje? ¿Y sus
cuentos, y sus diccionarios? Ahora que cierro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Anatomía sensible</i>, ahora que me despido de la coherente tersura del
material del libro pienso que todas las variantes de Neuman son predecibles <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en un aspecto: la excelencia. Sabemos que es
un autor joven, pero prolífico. Tiene poco más de cuarenta años, pero más de
veinte produciendo. Y siempre enmarcado en la calidad, en la creatividad, en el
ingenio. ¿Cuál es el libro malo de Neuman? Ok. ¿Cuál es el libro mediocre? Está
bien. ¿Hay alguno que no sea, por lo menos, bueno? Sabemos que las apuestas
poco tienen que ver con la literatura pero me juego todos los boletos a la
siguiente afirmación: en veinte años el Nobel será de Neuman. Bueno, está bien.
¿El Cervantes? Retiro un pie del delirio para decir dos cosas de<i> Anatomía
sensible</i>: 1) hay una forma de narrar el cuerpo de espaldas a la estética
instagramera, haciendo foco en la zona insospechada, rescatando el ojo, las
pecas o la herida; 2) hay una ensayística (¿hija de Paz, sobrina de Borges,
prima de Negroni…?) que sabe confundirse con la poesía, que provoca el juego de
espejos en un reflejo libre de jaulas estéticas, vacía del repetido precinto de
las citas. Así leo y leí <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Anatomía
sensible</i>: como un libro capaz de generar en el vestíbulo de una biblioteca
o bajo el caparazón de una sombrilla un similar y único disfrute.<o:p></o:p></span></div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-39152104687152105762020-02-27T11:16:00.000-08:002020-02-27T11:16:01.794-08:00Mis "lecturas de verano" (2)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQH_w_P4bwnPa7NPSqime8_6LgVdPy-q0vKaRmjDRWW19ikLKufMFvRj48HjnDu6bJmufeW8-HarEqmStBWLTYQr7NK4EAbUgW16MsCgC9ZgHb0sQlEj2jtQQkaCyv9AsyvHAvVd-uBSg/s1600/20200114_154153.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQH_w_P4bwnPa7NPSqime8_6LgVdPy-q0vKaRmjDRWW19ikLKufMFvRj48HjnDu6bJmufeW8-HarEqmStBWLTYQr7NK4EAbUgW16MsCgC9ZgHb0sQlEj2jtQQkaCyv9AsyvHAvVd-uBSg/s400/20200114_154153.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Las vacaciones permiten, entre otras cosas, echar una
mirada de mayor duración sobre nuestra biblioteca. Ya no se trata de captar
desde las alturas el libro urgente para tal o cual tarea: llámese planificar
una clase, elaborar un ensayo o simplemente entregarse a la lectura.
Descubrimos tras cortinas de polvo aquel libro abandonado injustamente por otro
o invisibilizado por un cerro de ejemplares “más necesarios”. Fue así que
reapareció ante mis ojos este diario de viajes de Bukowski. No recuerdo bajo
qué circunstancias lo adquirí pero imagino que se trató de una compra compulsiva,
sin ninguna convicción ya que el libro terminó rápidamente en las estanterías
casi sin ser revisado. Empecé a leerlo en el jardín de la casa de mis padres
mientras mi viejo bebía una copa de vino en honor al viejo Hank (aunque este
hubiera preferido unas cervezas). Y si la pregunta es ¿qué podemos esperar de
este texto de Bukowski? La respuesta resulta muy sencilla: lo de siempre. Y
para los que disfrutamos de cuentos como “La chica más hermosa de la ciudad”,
de la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Factotum</i> o de los poemas
incluidos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Madrigales de la pensión</i>,
esto no está nada mal. En los diarios escritos durante su primer viaje a Europa
(Francia y Alemania) Bukowski –como un ebrio Whitman- se celebra y se canta a
sí mismo. Borracho desde la primera página se burla de la gran literatura, lee
poesía para multitudes, se pelea en un masivo programa de la televisión
francesa y no es bienvenido en la casa de la familia de su novia, la incansable
Linda Lee. Las numerosas fotografías de Michael Montfort son una apoyatura
provechosa para rellenar el cuadro de lo narrado por Bukowski, un marco firme
para estas postales delirantes que se suceden sin piedad y que no nos dejan otra
cosa que una mueca risueña tras abandonar el libro. No es poca cosa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-79566778232937001662020-02-26T11:14:00.000-08:002020-02-26T11:14:21.527-08:00Mis "lecturas de verano" (1)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzaknUEP8xlgzo7PR1E5iZRKAUkpnRQkMIg_GoZDf6HSd93T9toyAKILI9sfuvmMrisXFZ-OPN0gpgsJqHVVFWuqhfQ5IPf_Ae_mU64lnkIWL5TqK6cmBfKC15e7Lm-rWnLtVg3qFEDLc/s1600/20200110_194824.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1062" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzaknUEP8xlgzo7PR1E5iZRKAUkpnRQkMIg_GoZDf6HSd93T9toyAKILI9sfuvmMrisXFZ-OPN0gpgsJqHVVFWuqhfQ5IPf_Ae_mU64lnkIWL5TqK6cmBfKC15e7Lm-rWnLtVg3qFEDLc/s400/20200110_194824.jpg" width="265" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Siete libros me acompañaron durante los primeros dos
meses del año. Fueron leídos en contextos de calma y tranquilidad, en paisajes arenosos y noches de calor extremo. Cada uno de ellos provocó una anotación post lectura que, a partir de ahora, empiezo a compartir con ustedes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Los teléfonos de papel – Felipe
Polleri (narrativa)<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Shakespeare nunca lo hizo –
Charles Bukowski (diarios)<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Anatomía sensible – Andrés
Neuman (ensayístico-poético)<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Cadena humana – Seamus Heaney
(poesía)<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Nunca acaricies a un perro en
llamas – Alberto Gallo (narrativa)<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">31 canciones – Nick Hornby
(ensayo)<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Siddhartha – Hermann Hesse
(narrativa)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Mi interés por Polleri viene de larga data pero el
impulso definitivo que me llevó a comprar uno de sus libros se lo debo a
Mathías Iguiniz quien, en una tarde de mates, charlas y bebidas espirituosas
enumeró una serie interesante de razones para adentrarse en la obra del autor
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Alemania, Alemania! </i>Desgraciadamente,
el texto elegido para esta auspiciosa iniciación no fue el más recomendable. En
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los teléfonos de papel</i> encontré un
marcado interés por transgredir, tan marcado que resulta poco genuino. Intuyo –quizás
de forma errónea- que Polleri juega con las cartas (luminosas) de sus obras
previas, de su trayectoria, como si no fuera necesario, en cada nueva mano,
barajar y dar de nuevo. En definitiva, un libro para sus lectores cultuales. A
su favor debo decir que, durante la rápida lectura, se presiente la grandeza de
la que Iguiniz, Eduardo Aguirre y otros tantos han sabido reconocer, y de la
que yo no osaría dudar. Entiéndase, el libro es correcto pero para mí poco
recordable, salvo por algunos pasajes asombrosamente poéticos y los sugestivos
collages de Lucía Boiani que agregan una buena capa de interés a la vez que
ofrecen una creativa interpretación. Hay mucho más Polleri. <o:p></o:p></span></div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-31557074160270459712020-02-08T10:00:00.000-08:002020-02-08T10:00:47.096-08:00Gabinete poético - 4<i>Desconocemos la techumbre de un poeta como Federico Machado aunque la avizoramos estelar. Algo más sólido tenemos de su suelo; por eso comparto, aquí y ahora, este poema que pertenece a su Pandemia*. Nuevamente en marcha el Gabinete poético, esta vez con ánimo de invocar la necesaria lluvia.</i><br />
<i><br /></i>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCLQJQ9wtsBgFKJ3vtLabcTqWI_C9QAtgg1lT2pfKsEvYJorpEAz1virDInRkHpyaF5slES2RAxTD2WeyN6nHJYkU9WS_WRBPUeudPpyqhu32lxaZHe0oIdsiXx_28TftL_6vf3LSA2Uo/s1600/20200208_141512.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1248" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCLQJQ9wtsBgFKJ3vtLabcTqWI_C9QAtgg1lT2pfKsEvYJorpEAz1virDInRkHpyaF5slES2RAxTD2WeyN6nHJYkU9WS_WRBPUeudPpyqhu32lxaZHe0oIdsiXx_28TftL_6vf3LSA2Uo/s400/20200208_141512.jpg" width="311" /></a></div>
<i><br /></i>
<b>escalas</b><br />
<br />
yo también le tengo miedo al trueno, Marian<br />
siempre se escucha<br />
demasiado cerca<br />
siempre se escucha<br />
desde el fondo del cráneo<br />
como tambores de piel<br />
rogando escapar del agua<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<i>(demasiada memoria</i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>demasiados ácaros en la almohada</i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>demasiados dientes que devoran la cosecha)</i></div>
<br />
187 kilómetros<br />
el paso lento de la carretera<br />
se escurre bajo tus ojos<br />
como las luces rojas<br />
-que sólo nosotros vemos-<br />
haciendo interferencia<br />
con la central eléctrica<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<i>(demasiada memoria</i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>demasiados nervios oculares</i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>demasiadas estatuas de sal en los jardines)</i></div>
<br />
los motores se asfixiaron, Marian<br />
ya no hay luces en el monte<br />
ni truenos sonando<br />
sólo relámpagos<br />
alumbrando los cuerpos<br />
inertes<br />
en la costa<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
* <i>Pandemia</i>, Federico Machado, Dios Dorado, 2017.Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-28871202435231542019-12-18T10:50:00.002-08:002019-12-18T10:50:41.423-08:00Gabinete poético - 3<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Abro las puertas chirriantes de mi
gabinete poético y dejo a la luz de ustedes una nueva obra. Se trata
de un poema de la indispensable Laura Cesarco Eglin (autora de la que ya he hablado en este blog) perteneciente al
libro "Los brazos del saguaro"*.
Pasen, miren, tomen nota: disfruten.
</i></div>
<br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBKbPSlJ2tb7cgtw7b88LWsIWAjsR9epVkmu5QB7Pt3TOFMBTb7J43Na-q-6EL1xEJqHpGxo9aqAod8WmlhnHJiBbtDEoLGtr-omN92d0zd_3WS96t8yY12o9D5QX0jbdur6pHWtYgdtI/s1600/20191218_153544.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBKbPSlJ2tb7cgtw7b88LWsIWAjsR9epVkmu5QB7Pt3TOFMBTb7J43Na-q-6EL1xEJqHpGxo9aqAod8WmlhnHJiBbtDEoLGtr-omN92d0zd_3WS96t8yY12o9D5QX0jbdur6pHWtYgdtI/s400/20191218_153544.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<b><br /></b></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<b>Habitar con propiedad</b></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Está leyendo. No sé
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
qué le dice un árbol a ella
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
un árbol en la calle donde vive, la
copa
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
en el segundo piso, ella en el tercero
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
verde desde ahí vive. Entre las ramas
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
la pelota cae fácil; la media azul
demora
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
un poco más. Le calcula tres horas
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
con el viento de abril hasta madurar.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Ese es el recorrido al piso. Un damasco
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
con el contexto del árbol en el fondo
es
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
más jugoso porque está pronto para
ella
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
desde la copa, un intermedio, como
todo.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Lo que se mira bien se lleva al medio
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
de ahí sale la tinta para decir árbol
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
que corra en los dedos las huellas
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
de la corteza, empieza a definirse un
artículo.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El acercamiento
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
*<i>Los brazos del saguaro</i>, Laura Cesarco Eglin, Yaugurú, 2015.</div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-90378889474250138872019-11-22T13:16:00.000-08:002019-11-22T13:16:06.033-08:00Anoche leí de un tirón el nuevo libro de Liscano<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIjNjApZBNkxOsbiYHh4DISDJWs-jD_W0IpBolJ1ev9Mz3S2j0LZT3PHJPFq_dBBWFgSysnoaYkMKxR3-yY47kiX1WoK4c7EFDJziT4Pjc1vRg1hn-qKitQvOB8jA63nu9iOrTLqL1dMs/s1600/20191122_012708.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIjNjApZBNkxOsbiYHh4DISDJWs-jD_W0IpBolJ1ev9Mz3S2j0LZT3PHJPFq_dBBWFgSysnoaYkMKxR3-yY47kiX1WoK4c7EFDJziT4Pjc1vRg1hn-qKitQvOB8jA63nu9iOrTLqL1dMs/s400/20191122_012708.jpg" width="300" /></a></div>
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Lo relatado en <i>Los
orígenes</i> -su conmovedora piedad filial recuerda a “Entre ellos”
de Richard Ford- gira en torno a la figura de los padres del autor,
su familia. Carlos Liscano sigue la pista de sus ancestros, narra con
sencillez, claridad y concisión. Todo se vuelve sumamente íntimo
pero a la vez cierta universalidad se revela: al arrimarnos esas
vidas también se nos acerca su entorno, su contorno, un trasfondo en
movimiento que es, ni más ni menos, la representación de diversos
momentos del siglo veinte uruguayo. Como un explorador de la memoria
(y el olvido) Liscano se sumerge en los antecedentes de su
sustanciosa vida (dudas, sospechas y ratificaciones), luego la
(re)transita aprovechando el filtro de la distancia que el presente
nos ofrece. El resultado es una serie de cuadros donde disfrutamos el
paisaje de sus recuerdos familiares, el barrio de su infancia, los
rostros idos con los que ya es imposible dialogar. El texto de
Liscano no es un simple desahogo catártico, se trata de una
(re)construcción identitaria que, aunque personal, nos atañe como
lectores. Porque nos ofrece emoción, nos conmueve y nos anima a reflexionar. En mitad de la lectura me sentí interpelado: “Alguien,
al promediar la noche, seguirá leyendo”. Me enderecé en la cama,
dejé a un lado estos apuntes y seguí leyendo hasta el final.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /></div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-61493435116382598002019-11-12T07:29:00.000-08:002019-11-12T07:29:56.124-08:00Gabinete poético - 2<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i>Continúo montando las piezas de este
<b>Gabinete poético</b>. Hoy es el turno de Daniel Zayas Aguilera, notable
poeta cubano que ha tenido la gentileza de <b>prestarme</b> un texto
perteneciente al libro “Partos bajo tierra”*. Con él, con este
poema, la sala embellece. Bienvenidos. </i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie9hX5cCT2qDyc4bBtn8gI7ZMUaPwlQERQBUZo9P3uk5y87BISdRzu4FX_zoG52JWQdPDs_Gzbc3-niRzjaKAHFEYmYgcFG3WDqaicPecIjcCrJhqSyYVOIfWwDsazShWXksmgHvLuF38/s1600/20191111_191348.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie9hX5cCT2qDyc4bBtn8gI7ZMUaPwlQERQBUZo9P3uk5y87BISdRzu4FX_zoG52JWQdPDs_Gzbc3-niRzjaKAHFEYmYgcFG3WDqaicPecIjcCrJhqSyYVOIfWwDsazShWXksmgHvLuF38/s400/20191111_191348.jpg" width="300" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<b>Poema en el que abuela pregunta por sus
perros</b></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<i>Que seas feliz, feliz, feliz...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
Abuela canta entre el bullicio.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
Tío sube más la radio porque abuela
canta</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
y no escuchó si fue bola o <i>strike</i>.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
Yo aguardo el instante en que ella
descubra</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
la complicidad de su nariz y la mía</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
para recordarle que soy su nieto</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
y recurrir a uno de esos noviembres</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
en que ella trazaba una línea sobre mi
cabeza</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
para mostrar la evolución de mi
estatura.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
Finalmente me toma de las manos,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
echa a llorar de la vergüenza</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
y, mientras le explico cuánto he
crecido</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
ausente de sus días,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
vuelve a preguntar por sus perros,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
a rogar que no los maltraten,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
a exigir el almuerzo que niega haber
comido</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
o a entonar las notas de esa canción:</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<i>Que seas feliz, feliz, feliz</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<i>es todo lo que pido en esta
despedida...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
Y yo vuelvo a quedar sin edad ni rostro</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
como esas líneas inconclusas</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
en una pared de su cuarto.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
* Partos bajo tierra, Daniel Zayas Aguilera, Ediciones Loynaz, 2017.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-28223951829023133562019-11-06T09:24:00.001-08:002019-11-06T09:24:17.555-08:00Gabinete poético - 1<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Quizás con el objetivo de darle
sentido y utilidad a mi blog pongo en marcha este <b>“Gabinete
poético”</b>. Es decir, una habitación virtual donde pretendo exhibir
-para estudiosos y/o curiosos- poemas que considero importantes desde
mi gusto, “saber” y sentir. El primer cuadro de esta exposición
es un bello texto de Pablo Barrios perteneciente a su conmovedor
poemario “10/33 y otros cantos”*. Pasen, intervengan en este (mi)
gratuito y arbitrario juego.
</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuwtdJlteAEk3CHFnJWwRwWB5KJcaayCcPRhBTfvcwJQqVymgVf8u0CWwjC-0e32R3eEYJkZ5oIG3jouOL70fFnGOHUB9WrgJ6R1Ytp-Z7gQ4zzKh1Yg4TGSkPbfKfXbbHIzGOnIMrzis/s1600/20191104_203752.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuwtdJlteAEk3CHFnJWwRwWB5KJcaayCcPRhBTfvcwJQqVymgVf8u0CWwjC-0e32R3eEYJkZ5oIG3jouOL70fFnGOHUB9WrgJ6R1Ytp-Z7gQ4zzKh1Yg4TGSkPbfKfXbbHIzGOnIMrzis/s400/20191104_203752.jpg" width="300" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i></div>
<br /><br />
1<br />
<br />
desaparecer<br />
bajo tierra<br />
al igual que<br />
<br />
o mantenerme a flote<br />
como ahora<br />
<br />
ver árboles<br />
estelares<br />
brillantes<br />
caracoles<br />
<br />
tirarles sal<br />
<br />
ver los astros<br />
expandirse una<br />
vez más<br />
<br />
como siempre<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
* <i>10/33 y otros cantos</i>, Pablo Barrios, Solazul ediciones, 2016.Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-28007198909718507332019-10-21T21:01:00.000-07:002019-10-21T21:01:17.269-07:00Libreta insomne en la FIL de Montevideo (Espacio Marosa)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0XDdo2aeq-xX7L-8pr0PyUQn_looEfwLKnz6RhQsMU0KgYYeCr3Z3VHHRY6JBQVLgV58HbtvUqk7PbnUYtS-5fuTgOQbYORHxQ6DC8PIPXlSUCRMCb4rNoQxnB6FranVSt7nqlbmnf6g/s1600/20191011_124320.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0XDdo2aeq-xX7L-8pr0PyUQn_looEfwLKnz6RhQsMU0KgYYeCr3Z3VHHRY6JBQVLgV58HbtvUqk7PbnUYtS-5fuTgOQbYORHxQ6DC8PIPXlSUCRMCb4rNoQxnB6FranVSt7nqlbmnf6g/s400/20191011_124320.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Cuando me avisaron que en menos de
48hs presentaba <i>Libreta Insomne</i> en la FILde Montevideo no supe si
alegrarme o preocuparme, si empezar a difundir por todas partes
(redes, las malditas y necesarias redes) o ponerme a elaborar un
nuevo texto para el inesperado evento. Finalmente decidí reciclar el
texto de la primera presentación -que funcionó casi tan bien como
en aquella- y bromear sobre mis presentaciones de libros en jornadas
de lluvia (chiste que ya da más miedo que gracia). Salió bien.
Aunque en la fotografía mi cara no parece atestiguarlo, me divertí.
Me acompañaron, como pueden observar, Betty Chiz y Diego Cubelli
(por Espacio Mixtura) y María José Pedraja en representación de la
Editorial Primero de Mayo. Como cierre leí el primer poema del libro
que transcribo para ustedes a continuación:</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>Nadie
hay detrás de la puerta,</b></i></span></div>
<br />
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>el
error es quedar a la espera del sonido;</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>eso
que se mueve:</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>luces
y sombras.</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>Nadie
hay detrás de la puerta,</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>de
ninguna,</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>solo
existen umbrales hacia dentro.</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>No
esperes el giro de los picaportes,</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>apenas
unos zapatos tras las hendijas,</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>y
todo el brillo,</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>toda
la luz y el fuego</b></i></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><b>del
mar que se disipa.</b></i></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">PD: un placer disfrutar del Espacio Marosa. </span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-71403763617195192602019-10-09T21:30:00.002-07:002019-10-10T07:49:42.666-07:00DES/AMOR<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqM1aejhCKAbbyEMoHn8l37h8VBafRBMdoiTtuZzoSnJkwAVT19dsIH4MqZH3VexZI3eeoqkSm43ozLmlioe5ZV78hyphenhyphen8kWRYJf0deXFAUoDMgz7ZJmFe5RKt6NN57srpt7shrn10WvkiM/s1600/20191010_012024.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1308" data-original-width="1600" height="326" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqM1aejhCKAbbyEMoHn8l37h8VBafRBMdoiTtuZzoSnJkwAVT19dsIH4MqZH3VexZI3eeoqkSm43ozLmlioe5ZV78hyphenhyphen8kWRYJf0deXFAUoDMgz7ZJmFe5RKt6NN57srpt7shrn10WvkiM/s400/20191010_012024.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Cuando Rodolfo Santullo
-en un pos partido de fut5- me invitó a participar de la octava
entrega de Cuadernos de Ficción acepté casi sin pensarlo. Conocía la
colección (coordinada por Santullo y editada por Estuario), sabía
que el tema iba variando cada año, e incluso tenía en mi biblioteca
dos ejemplares de entregas anteriores (<i>Fóbal</i>, 2013 y <i>Aventurero</i>,
2014). También me seducía mucho la idea de las ilustraciones.
Rodolfo venía maquinando la posible temática de esta nueva entrega
pero demoraría unas semanas en confirmarla. A mí no me importó. Un
par de partidos después, Rodolfo nos dijo que el título sería
<i>Amor-Desamor</i> o algo parecido. Finalmente, respetando la tradición de
la colección de resumirlo en una sola palabra, se decidió por el
que ahora ustedes conocen: <i>DES/AMOR</i>.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
11 escritores + 11
ilustradores: Eduardo Aguirre (ilustra Marcos Vergara); Miguel Avero
(ilustra -de forma inmejorable- Max Aguirre); Camilo Baráibar
(ilustra Joel Correa); Gonzalo Baz (ilustra Ángel Mosquito); Leonor
Courtoisie (ilustra Laura Carrasco); Carolina Cynovich (ilustra
Leonardo Sandler); Diego de Ávila (ilustra Bruno Chiroleu); Carol
Milkewitz (ilustra Guillermo Hansz); Miguel Ángel Molfino (ilustra
Pablo Fernández); Diego Recoba (ilustra Andrés Alberto); Valentina
Viettro (ilustra Nicolás Peruzzo).
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Tal como mencioné en la primera
presentación agradezco a Rodolfo por su generosidad, y a Martín
Fernández y todo el equipo de Estuario por el enorme trabajo. También a Max Aguirre por su maravillosa ilustración acerca de "La puntada del corredor". </div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Por último, para acrecentar mi
felicidad (si esto es posible), comparto antología por primera vez
con mi gran amigo de la vida y la literatura: Camilo Baráibar.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Ahora -como se estila decir- el libro es de ustedes.</div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-90013325297602990432019-09-28T12:50:00.001-07:002019-09-28T12:50:21.792-07:00Micaela Moon por Juan Pablo Moresco<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd3-oBYT-7VBDBZO6FSC5HBpuCZwSQC9RuDcKOnea0rSWJ1WKvmK6pHdbnlKycE3XH6HtOPn76vZfPoIxZ2TqtFl18u9V9ZwUy4q31tmpiujFlGRaUnXGPy_j60FwMAqCPXAsTUP1BSL0/s1600/Micaela+foto+Damian.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="1066" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd3-oBYT-7VBDBZO6FSC5HBpuCZwSQC9RuDcKOnea0rSWJ1WKvmK6pHdbnlKycE3XH6HtOPn76vZfPoIxZ2TqtFl18u9V9ZwUy4q31tmpiujFlGRaUnXGPy_j60FwMAqCPXAsTUP1BSL0/s400/Micaela+foto+Damian.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i>Si entre mis obras hay una que parece
no querer sucumbir ante las tinieblas del olvido, esa obra es Micaela
Moon. No se trata de un virtud específica de dicho texto sino de la
ferviente y generosa voluntad de algunas profesoras amigas que se han
encargado de difundirlo en las aulas de secundaria. También el
profesor Juan Pablo Moresco ha tenido esa gentileza, y de él es el
texto que recupero y comparto a continuación. Como siempre, agradecido.
</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-size: medium;"><b>El poeta y su doble</b></span></div>
<br />
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<br />
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<b>Un
personaje único</b></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
Micaela
Moon es una ficción que gira en torno a un único y anónimo
personaje, un personaje que aparece como una voz sin nombre, que nos
muestra el nebuloso y húmedo mundo que lo rodea, que nos narra desde
su profunda y oscura subjetividad con tramos de infrasciencia. El
resto es un nombre. Y borrosas figuras que apenas hablan o aparecen o
cruzan por la narrativa íntima de ese único personaje.</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
La
soledad es un estado que queda claro en la narración, pero es
acompañada de un delirio innegable. La obsesión por una autora, la
quijotesca ansiedad de lectura y el inútil intento ansiolítico del
alcohol que se manifiesta en flashback con amnesias misteriosas.
Sumado a esto el ambiente oscuro de una ciudad gris, siempre bajo el
velo de la lluvia, hacen que la realidad que nos muestra el narrador,
con sus inconsistencias, se vuelva cuestionable. Y si no cuestionamos
su lucidez, la historia puede parecernos incompleta.
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
Debido
a la importancia del narrador como personaje central, es que debemos
analizarlo para poder comprender el resto que se manifiesta a través
de él. El resto es Micaela Moon. Pero… ¿quién es Micaela Moon?</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<br />
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<b>Micaela
Moon</b></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span lang="es-ES">Inmediatamente
tuve el libro en mis manos, luego de haber leído la contratapa y su
firma, un -quizás antojadizo- juego de relaciones de nombres se me
vino a la mente: Micaela Moon --</span><span lang="es-ES">></span><span lang="es-ES">
Luna Miguel --</span><span lang="es-ES">></span><span lang="es-ES">Miguel
Avero. La cadena de nombres entre personaje y autor, pasando por la
musa, era perfecto. Es probable que mi lectura haya quedado flechada
por ese juego, pero encontré luego varios elementos que me
permitieron sostenerlo.</span></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
Micaela
Moon no establece contacto explícito con el personaje, se manifiesta
como un nombre, un perfil de Facebook y la firma de una autora que
tiene ya cinco poemarios publicados dentro de la ficción que nos
acerca Avero. La existencia de Micaela Moon no trasciende la
identidad de una poeta, no es más que un nombre en la tapa de cinco
libros, no es más que el perfil desde donde se publican frases
poéticas, no es más que la promesa de su inminente llegada a
Montevideo. Micaela Moon nunca se corporiza en la ficción, nunca se
hace presente a no ser a través de su obra.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span lang="es-ES">El
narrador nos cuenta que “</span><span lang="es-ES"><i>Ella se
conecta a las 3 am</i></span><span lang="es-ES">”. Su actividad
consiste en la publicación de estados y en que permanece conectada
en el chat, pero a pesar de los insistentes mensajes del narrador,
Micaela no responde. Existe como autora, como poeta, como escritora.
En la narración la única manifestación de Micaela son una serie de
fotos que si no fuera por la portada del libro de Avero (a la que
Luna Miguel le presta su imagen) podríamos imaginarnos como
quisiéramos, ya que el único elemento descriptivo que nos acerca el
narrador es la boca de la mujer: </span><span lang="es-ES"><i>“Micaela
Moon tiene unos labios gruesos y profundamente rojos, como una rosa
arrugada por un puño de hombre (…). Y de esos labios salen fotos”.</i></span><span lang="es-ES">
Cuando el narrador parece querer decirnos más sobre la apariencia de
la mujer, </span><span lang="es-ES"><i>“Nuestra mirada se eleva
recorriendo lentamente el cuerpo de la fotografía…”,</i></span><span lang="es-ES">
solo nos quedamos con las sensaciones que este experimenta al verla,
no hay datos, no ofrece detalles ni rasgos que nos ayuden a imaginar
el personaje sin anclarnos en la imagen de Luna Miguel. Sin duda,
desde lo visual, Micaela Moon tiene la boca y la cara de Luna Miguel.</span></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<br />
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b> ¿Micaela Moon es la
hermana menor de John Vincent Moon?</b></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
Jorge
Luis Borges publicó en 1944 el libro Ficciones que consta de un
conjunto de 17 relatos. Entre los textos que corresponden a la
sección de Artificios algunos tratan el tema del traidor y el héroe,
como el cuento homónimo a esta temática referida o “La forma de
la espada”. Podemos agregar, por su parte, que Micaela Moon publicó
“Donde un hombre y una daga”, un poemario que trata sobre la
traición y la mentira.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span lang="es-ES">En
el magistral cuento de Borges aparece un personaje que no solo por el
apellido vamos a emparentarlo con el de la nouvelle de Avero: John
Vicent Moon. Esta narración es todo un artificio, ya que se trata de
una metanarración: el encargado de narrar la historia dentro de la
historia será definido como “</span><span lang="es-ES"><i>el
Inglés de La Colorada</i></span><span lang="es-ES">”. Lo
interesante es que el primer narrador sostiene que “</span><span lang="es-ES"><i>su
nombre no importa</i></span><span lang="es-ES">”. De ahí en
adelante el protagonista de la historia será Vincent Moon, cuando en
realidad el principal personaje de la narración, de acuerdo con la
acción, será el anónimo narrador. Este es el primer paralelismo
que podemos establecer entre “La forma de la espada” y “Micaela
Moon”: el narrador de ambas historias se conserva anónimo mientras
los nombres que resaltan en la historia son de apellido Moon. </span>
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
En la
narración de Borges al final se puede hallar un sentido a este
anonimato: el inglés, personajes con características heroicas en
contraposición con Vincent que se presentaba como un intelectual
cobarde, confiesa que en realidad él es Vincent Moon. De allí en
adelante pasamos a la interpretación.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span lang="es-ES">La
cicatriz que tenía el Inglés y que atemorizaba a todos, tenía la
forma de una media luna. Recordemos esto: la mitad de una luna. Si
analizamos la impresión que generaba el Inglés de La Colorada en el
inicio de la narración, la imagen no concuerda en nada con el
intelectual cobarde que parece ser Vincent. A esto le tenemos que
sumar unos episodios con tintes oníricos: </span><span lang="es-ES"><i>“otro,
el que más valía, murió en el patio de un cuartel, en el alba,
fusilado por hombres llenos de sueño”,</i></span><span lang="es-ES">
</span><span lang="es-ES"><i>“Aquí mi historia se confunde y se
pierde</i></span><span lang="es-ES">”, </span><span lang="es-ES"><i>“Esa
tarde, en la plaza, vio fusilar un maniquí por unos borrachos</i></span><span lang="es-ES">”.
Estos pasajes pueden ayudar a sostener la conjetura de que en
realidad el Inglés y Moon eran la misma persona, no que hubo un
cambio en los nombres o en los roles, sino que en el mismo hombre
existieron los dos: el racional e intelectual, que llegó con la
ideología y la razón a tomar las armas; y por otra parte, pero
dentro del mismo, el pasional y enérgico que llevó a la práctica
la lucha de la teoría del otro.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span lang="es-ES">El
narrador de Micaela Moon no es solo un lector, es también un
escritor, vencido por la soledad y los libros. Pero en varias escenas
cercanas al sueño aparecen los libros de la poeta pero también sus
apuntes, a la vez que siempre se plantea confusión: “</span><span lang="es-ES"><i>No
tengo idea de cuántas horas dormí”,</i></span><span lang="es-ES">
“</span><span lang="es-ES"><i>Observo el desorden habitual de mi
habitación (…): </i></span><span lang="es-ES">Un final mejor</span><span lang="es-ES"><i>
se encuentra desparramado sobre la alfombra naranja, veo también
allí algunas hojas con garabatos, proyectos de escritura que
quedaron justamente en eso …</i></span><span lang="es-ES">”, el
sueño que parece repetirse como un deja vú en la realidad, la
botella de vodka que siempre parece vaciarse sin mencionar el
momento, como si el momento en que se toma también se borrara junto
lo que se hizo mientras se bebía (narrador infrasciente): “</span><span lang="es-ES"><i>latas
de cerveza cuya procedencia ignoro”, “una lámpara con la
bombilla rota</i></span><span lang="es-ES">”. </span>
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
Lo
que hace en las noches nunca queda claro, qué escribe además de
leer. El alcohol parece llevarse todo lo que hace por las noches, y
eso es desconocido para los lectores y por el propio narrador, tan
obsesionado con Micaela Moon que olvida quién es él mismo.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span lang="es-ES">Cuando
llega al boliche donde finalmente se presentará la poeta, nadie
parece conocerla. Intenta hacer un par de averiguaciones a una pareja
sentada a su lado, pero ellos “</span><span lang="es-ES"><i>lo
miran como si les hubiera contando un chiste malo, se miran entre
sí</i></span><span lang="es-ES">”. ¿A qué se debe esa
incomprensión de la pareja? ¿A qué se debe la indiferencia del
público? Finalmente, el único que termina leyendo en ese ambiente
de caos y confusión, entre la noche que siempre llueve y se mezcla
con alcohol, es el anónimo narrador, el narrador que lee un poema de
Micaela Moon, la poeta que para el narrador -que aún se niega a sí
mismo- nunca aparece. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span lang="es-ES">Vuelvo
a las palabras de la contratapa de Luna Miguel: </span><span lang="es-ES"><i>“…uno
tiende a pensar que Micaela Moon nunca ha existido, y que sus versos
solo son la alucinación de los que piensan que la literatura vale
más que la propia vida. Micaela Moon no existe”</i></span><span lang="es-ES">.</span></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
¿Es
el narrador un poeta anónimo que se disfraza a través de un alter
ego para trascender su propia soledad, su miedo? ¿Es la lluvia el
telón de fondo del sueño, el velo que disfraza la realidad y la
trasmuta? ¿El narrador es Micaela Moon, la máscara de un poeta
maldito? ¿Es Micaela Moon la hermana menor de Vincent Moon, la parte
ignorada de un alma escindida por el miedo y la contradicción de la
naturaleza humana?</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<br />
</div>
<div align="RIGHT" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
Juan Pablo Moresco</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div align="RIGHT" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
marzo de 2018</div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-69255342860562690742019-09-17T17:36:00.000-07:002019-09-17T17:36:38.339-07:00Texto escrito por la Profesora Ilian Frioni sobre Libreta insomne<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmvESwRoelzf5N3ELcziE6S9bWkur96FzWIXHN_4sgrNdbXqYh4gqkXu-AhO36TIe3hkY2IhohKfkHFUkspruZA_wfv7Jpia2ChePlyXyuH-BXPGws4aP6Rq0jL0PmIrqFE7ONb5v91g4/s1600/Portada_Libreta+insomne.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="769" data-original-width="527" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmvESwRoelzf5N3ELcziE6S9bWkur96FzWIXHN_4sgrNdbXqYh4gqkXu-AhO36TIe3hkY2IhohKfkHFUkspruZA_wfv7Jpia2ChePlyXyuH-BXPGws4aP6Rq0jL0PmIrqFE7ONb5v91g4/s400/Portada_Libreta+insomne.jpg" width="273" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<i><b> Libreta insomne</b></i> es el nuevo libro de Miguel Avero, son sus búsquedas en los umbrales entre el sueño y la vigilia, y es otro perplejo recorrido por la fuerza de su palabra y la contundencia de sus imágenes. </div>
<div style="text-align: justify;">
No puedo pensar en Miguel sin pensar en los auténticos poetas románticos, no me refiero a la falacia romántica sino al romántico que se sabe noche con la noche y con la imagen que elabora de la noche. </div>
<div style="text-align: justify;">
No hay ingenuidad en su poesía. Desde la reflexión del comienzo, sabe que “la imagen que empieza a construirse en pos de fijaciones, sufre el lento deterioro de sus posibilidades“. Pero también sabe que con su contemplación está construyendo una nueva imagen, una nueva realidad que nos acerca al misterio de las cosas. </div>
<div style="text-align: justify;">
Por momentos, la poesía del insomnio se nos volverá hermética, pero se trata de un hermetismo que empatiza con el lector. Nos sorprenderemos pensando, entre la enredadera de versos, a mí me pasa “eso”, “eso” que solo se puede expresar con estas imágenes porque no hay traducción posible para: “es doble el trabajo/en los graneros de la noche”. </div>
<div style="text-align: justify;">
Nos iluminan poemas que tienen la fuerza sensitiva y sintética de los haiku, “lo que escribo es hondo”, donde la imagen de plantar el lago es imposible y certera a la vez, y donde la conciencia artística del poeta reconoce saber de la profundidad de su escritura pero no de su magnitud. </div>
<div style="text-align: justify;">
La noche lo ha llevado a las preguntas humanas esenciales. No escapan a la noche el tiempo, los recuerdos, la percepción, la experiencia corporal, el olvido. Pero Avero no deja de habitar lo tangible, el mundo de las cosas que conforman la cotidianidad de todos los mortales. La “cosa”, lo que hace a la eternidad de la poesía: la mesa, entorno a la que se construye la casa, la puerta, cuyo color es dudoso, el agua, infaltable en su universo constitutivo. Es lo asible lo que hace posible lo sublime. “Dios en las hojas de los árboles” escribía Novalis. </div>
<div style="text-align: justify;">
La cita de José Emilio Pacheco no queda sin respuesta en la reflexión sobre el otro y su dolor: “el acceso a otras estructuras me ha sido denegado”. Pero la soledad del insomne no habita solamente la desesperación: “Sin embargo, no dudo en reconocer que suelo repetir los gestos de tu casa.” Es que este libro, sin verter en un solo verso la palabra “amor”, es esperanzador, porque en la espera está la oportunidad del ángel, del salto, de un nuevo abismo que supone la presencia de algo. El tiempo puede desgastar la piedra, los filtros del olvido y la memoria transformar la materia, la puerta podría haber sido azul o roja, sin embargo… “-Tras un destello-/ empezaba a dibujarse/ el camino de regreso” y “para volver a casa/ bastará/ el aroma de los leños”. </div>
<div style="text-align: justify;">
Festejo la llegada de este libro a nuestras vidas, porque después de él nuestra percepción del mundo en las noches será más mundo e intensamente nosotros.</div>
<br />
<div style="text-align: right;">
<i>Ilian Frioni</i></div>
Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-41561232276732625962019-09-14T10:21:00.001-07:002019-09-14T10:21:42.838-07:00Palabras para presentar Libreta insomne*<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzXLVXaZ3Yx-VOjELocYBdlhkQxslMKNXmFpOxd0DTugloILxMnZjtzkFayWPeROUme_M8J3qJUCjmGi7CMKUIdhSPcjgd6G3pp_tr8FixPO6mzJSRhmjPlhJCE4CCJQn-DjeiXKK9VpM/s1600/69985307_10220228530527257_5481305140818345984_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1061" data-original-width="1600" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzXLVXaZ3Yx-VOjELocYBdlhkQxslMKNXmFpOxd0DTugloILxMnZjtzkFayWPeROUme_M8J3qJUCjmGi7CMKUIdhSPcjgd6G3pp_tr8FixPO6mzJSRhmjPlhJCE4CCJQn-DjeiXKK9VpM/s400/69985307_10220228530527257_5481305140818345984_o.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Cualquier
instancia como esta debiera empezar con un agradecimiento. En mi caso
se trata de un listado: Gracias a Espacio Mixtura, Betty Chiz, Diego
Cubelli; gracias al jurado del concurso: Eduardo Nogareda, Alicia
Preza y Luis Pereira Severo. Gracias al Departamento de cultura del
PIT CNT, a las actrices de su elenco, a la Editorial Primero de Mayo,
a Ignacio Martínez. Gracias a mis amigos Juan Pablo Moresco e Ilian
Frioni por sus aportes a mi obra. Gracias a Viky y a mi familia.
Gracias a todos los presentes.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Según
la RAE, una Libreta es un cuaderno o libro pequeño destinado a
escribir en él anotaciones o cuentas.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Los
que escribimos (siempre me causa extrañeza llamarme a mí mismo
poeta o escritor), los que llevamos un registro escrito de nuestra
vida, de lo que nos rodea o motiva, sabemos que una libreta es eso.
Pero también sabemos que no lo es. Utilizo libretas desde mi
adolescencia; justamente, hace unos días, mi padre encontró una de
las más antiguas en su galpón. Deteriorada, polvorienta, su
interior contiene pequeñas cápsulas de un remoto presente, de un
próximo pasado. La estrofa de una canción convive con el título de
una película aun no vista en el tiempo detenido de las hojas. Los
bocetos de ciertos poemas -hoy éditos- nos recuerdan el extenuante
trabajo de la composición, la silueta sospechosa de lo “inspirado”.
Un número de teléfono se ha convertido en un código inconducente;
una lectura en el origen primitivo del largo seguimiento de un autor.
Los tachones son el decorado del error, del proceso, del cambio, de
la honestidad. No hay mentira en las libretas. Sí en su proyección.
Como ocurre cuando transcribimos un sueño que, inevitablemente,
hemos moldeado para los otros.</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<i>Libreta insomne</i> es la depuración poética de ciertas
anotaciones nocturnas. El tallado minucioso de ideas inabarcables,
que me preceden y me exceden, que me atraviesan. También es un
homenaje personal al creativo detenimiento de la madrugada. Una vez
dije: Azules sueños cruzan la habitación a oscuras/ formando el
rostro de las noches/ en un cielo de humedad. Años más tarde
agregué El insomnio es una profanación/ nadar y nadar/ contra la
corriente. Hoy sintetizo En su particular rincón/ los insomnes
forman/ -sin saberlo- el verdadero/ puzzle de la noche. En los/
márgenes/ remolinea el sueño. Pienso que todo esto es cierto,
siento que nada de esto es definitivo. Tal vez, entre vivir y soñar
se despliegue un territorio intermedio: tomemos nota, por si acaso.</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Gracias</div>
<br /><br />
<br />
<br />
<i>*Estas fueron -más o menos- las palabras que compartí en la primera presentación de Libreta Insomne (2/9/ 2019). </i>Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-9390670648247790312019-03-10T08:47:00.002-07:002019-03-10T08:47:56.776-07:00Felisberto y la linterna<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJsEMRJhl4jxLxPBfHTJiwPYUOPK4B4qfc8SZf9gHNI7kUC0D-WBLbv7-iNL03AxaH1bas0_O3HgjgWYuz1B9Br5-mT8C_iAuWKkS3-ruY0sGCr4Vjx5OPtQhrp2ZB2lbUVf3uC5GS4i0/s1600/20190310_123802.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJsEMRJhl4jxLxPBfHTJiwPYUOPK4B4qfc8SZf9gHNI7kUC0D-WBLbv7-iNL03AxaH1bas0_O3HgjgWYuz1B9Br5-mT8C_iAuWKkS3-ruY0sGCr4Vjx5OPtQhrp2ZB2lbUVf3uC5GS4i0/s400/20190310_123802.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
Dentro de la desconcertante obra del escritor y músico uruguayo Felisberto Hernández (1902 -1964) me detengo brevemente en un cuento -a decir verdad, en un punto de este cuento- enteramente sugestivo que quizás muchos de ustedes conocen: "El caballo perdido" (1943).<br />
En cierto pasaje de este texto asistimos a una escena donde el niño (narrador y protagonista) se prepara para una lección de piano dictada por su profesora (Celina) y en compañía de su abuela que es quien lo ha llevado hasta allí. Por primera vez en el cuento coinciden estos tres personajes dentro de un mismo escenario: la sala de la casa de Celina. El trabajo minucioso y sutil de Felisberto nos ha dejado entrever el paralelismo (antitético) que se dibuja entre los personajes femeninos. El narrador, al principio del fragmento, se vale del juego de las luces para inducirnos atencionalmente: la sala se reduce de pronto a un pequeño sector iluminado donde se ubica el piano, el alumno y la profesora. Y por supuesto, la abuela. Pero la abuela, rápidamente, queda en penumbras. Cualquier otro escritor, tras esta clara decisión, optaría por mostrarnos lo que sucede entre los personajes pintados por la claridad. Pero no Felisberto. La abuela, ese personaje apartado que parece escapar del radio de cualquier tipo de interés, es sorpresivamente el foco, el centro de atención. El narrador se vuelve hacia ella como si quisiera salvarla de ese anonimato de oscuridad. Y allí aparecen las poéticas comparaciones, el detalle preciso, la imagen que trasciende. Cuando pensamos que ese personaje ha sido abandonado en su sillón de sombras, hábilmente se desliza el narrador, toma una linterna y lo enfoca. El macro desconcierto de Felisberto, se construye desde y hacia lo micro.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-74772192497521114482019-02-18T07:50:00.000-08:002019-02-18T07:50:21.137-08:00El dolor como monstruo y trayectoria en la poesía de Laura Cesarco Eglin<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdn-zXma8LejuyzT2DCOERszj8Uoj4-4E_TDqSl5dsJEGpQSoTJRze3HjF_csYW0S-Vy8QVzvOhGHDdxHEqQT4XKjWYmUE9XXuFir5UT107iRKjXNnn1HMM1zu635W-mUoM6sIHc4kFow/s1600/20190218_122743.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdn-zXma8LejuyzT2DCOERszj8Uoj4-4E_TDqSl5dsJEGpQSoTJRze3HjF_csYW0S-Vy8QVzvOhGHDdxHEqQT4XKjWYmUE9XXuFir5UT107iRKjXNnn1HMM1zu635W-mUoM6sIHc4kFow/s400/20190218_122743.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div align="RIGHT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
“<span style="font-size: x-small;"><i>...ese
es su ritmo y no me queda otra</i></span></div>
<div align="RIGHT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: x-small;"><i>que
entender los lapsos de estas horas”</i></span></div>
<div align="RIGHT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: x-small;">Laura
Cesarco Eglin</span></div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.53cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.53cm;">
Laura Cesarco Eglin (Montevideo, 1976) ha erigido una figura
consistente del dolor. La materia fundamental del mismo es fácilmente
apreciable en su segundo poemario, <i>Sastrería </i><span style="font-style: normal;">(Yaugurú,
2011)</span>, donde el sufrimiento está íntimamente ligado a la
pérdida, a la llegada inexorable de la muerte y sus ramificaciones
sobre los vivos. <i>Sastrería</i>, en sus breves momentos de
tonalidad elegíaca, implanta una sensibilidad central en la
trayectoria poética de Laura; atrás quedaron los versos líquidos
de su primer poemario, la exploración de la simbología del agua y
toda la artillería poética en pos del variado nombramiento del
elemento. La sensación aflictiva que recorre los textos de
<i>Sastrería</i>, por momentos desgarradores, en otros atenuados por
el vaivén ilusorio de la memoria, parece querer propagarse sobre los
textos que componen su obra más reciente. Me refiero a <i>Los brazos
del Saguaro </i><span style="font-style: normal;">(Yaugurú, 2015)</span>,
donde la sombra del dolor se posa sin titubeos sobre todo el cuerpo
del primer capítulo. Cabe preguntarse si la potencia de este
elemento desarrollado en el poemario previo es tan indomable que a la
poeta le fue imposible dejarlo fuera del siguiente o, tal vez, es una
característica propia de la poética de Laura que podremos rastrear
a lo largo y ancho de su obra. En cualquier caso es digno destacar la
maestría con que ella nos presenta a su monstruo. El dolor se eleva
ante nuestra atónita mirada, los sentidos participan de su
conocimiento, son testigos de su presencia:</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
El
dolor tiene sonido</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
el
dolor crece</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.48cm;">
Tal vez lo importante aquí sea la postura del yo lírico, su afán
no es esconderse ni hablarnos de su temor. El dolor es observado,
pero no desde la seguridad de un escondite, sino de pie, frente a él,
cara a cara, aunque haya que observarlo desde abajo, recorriendo
lentamente con la mirada toda su imponencia:</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Conozco
los detalles del dolor (...)</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
(...)
un paso
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
en
falso y el dolor no espera</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
ni al
adverbio rápidamente; lastima</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
hasta
el grito. Otra sorpresa -es el dolor</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
articulado.
Aúllo. ¿Para ahuyentar?</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.53cm;">
El miedo a veces, se traduce en dos opciones, huir o atacar. Sin
embargo aquí, el yo lírico es capaz de sopesar la motivación de
sus reacciones. Hay una valentía implícita en el enfrentar, en el
tratar de dilucidar nuestros movimientos aún en la tensión más
aciaga de todas, cara a cara con el monstruo.
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.56cm;">
Decíamos que la figura monstruosa del dolor se viene construyendo
desde <i>Sastrería</i>, sin embargo, podemos rastrear -siendo muy
puntillosos- alguna mínima manifestación del mismo en la primera
obra de Laura: <i>Llamar al agua por su nombre </i><span style="font-style: normal;">(Mouthfeel
Press, 2010)</span>. Asociado tempranamente a la pérdida, el dolor
viene de la mano del llanto, de un manar interior que significa,
congoja, pena, sufrimiento</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Mientras
hoy el gris se hincha</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
de
todo el llanto, relampaguean imágenes</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
que
entre picana y picana es</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
lo
que queda de vos</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.5cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.48cm;">
El llanto como consecuencia del dolor sufre un proceso de maduración
a lo largo de los tres poemarios. Ya en <i>Los brazos del Saguaro</i>:</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
(...)
el dolor no es garantía</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
de
lágrimas</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
(...)
dolor que no se vuelca y sigue</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
secando
de a pinchazos irritando la metáfora</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
del
mar de lágrimas cuando se sabe que</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
el
dolor se entiende
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
en el
desierto</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.53cm;">
El dolor agazapado, el dolor sumergido del primer poemario, se hace
mucho más visible en el desierto. Erguido sobre la aridez inmensa,
sus formas se tornan distinguibles, sus detalles apreciables,
conocidos.</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.53cm;">
Laura nos dibuja toda una trayectoria del pesar. El dolor en el
pasado, a través de las cicatrices que nos recuerdan el daño
acaecido; el tormento en el presente, casi inexpresable por su
magnitud pero definido con acierto</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Dolor</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
No basta decir que algo me duele. Estoy doliendo. Duelo.</div>
<div align="CENTER" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Y el
dolor en el futuro, concebido como el quejido agudo de la
desesperanza.
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; page-break-before: auto; text-indent: 0.48cm;">
En la trayectoria poetizada por Laura podemos vislumbrar un
reconocimiento. Hablar del dolor, y crear a partir de él, es
animarse a caminar un poco más allá. No hay estancamiento. El dolor
permite apreciar el goce de las vivencias previas y, de alguna forma,
preparar al hombre para una próxima arremetida. Hemos experimentado
el golpe, tenemos un parámetro para medir nuestras fuerzas. La noche
ha caído sobre las jornadas festivas de otro tiempo, el recuerdo
puede traer a colación los matices de esas luces. En las tonalidades
oscuras es esperable la claridad, a toda noche le sucede el día. Y
lo que es más importante, en las cenizas del dolor, hallamos la
poesía.</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 0.48cm;">
<br />
</div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-46002512352611187192019-01-31T22:10:00.000-08:002019-01-31T22:10:57.304-08:00Escultor de la pérdida: sobre un poemario de Javier Etchevarren<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlE7m0mq1i6vWwx46X5_7GIia1uc2mWDxYEuhWW_WI11SJI-Ej5JVIWK2DSrlwq_MwxlqpDuRR-KOiKIZ31vpM6nxb7sWBrbEDgbe0epQSJEesSYEj-83_AAs6zztOmVfjbu-nzCQ32Cc/s1600/20190131_195411.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlE7m0mq1i6vWwx46X5_7GIia1uc2mWDxYEuhWW_WI11SJI-Ej5JVIWK2DSrlwq_MwxlqpDuRR-KOiKIZ31vpM6nxb7sWBrbEDgbe0epQSJEesSYEj-83_AAs6zztOmVfjbu-nzCQ32Cc/s400/20190131_195411.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Escultor de la pérdida, Javier
Etchevarren, nos entrega en este intenso y dolorido poemario la llave
de la habitación donde se encuentra su obra maestra. Nos invita,
primero, a observar por la cerradura; el epígrafe de Pessoa nos pone
sobre aviso: “todas las cartas de amor son ridículas”. Este
valiente adelanto podría -en lectores que no conocen a Etchevarren-
precipitar la huida; la llave abandonándose en la cerradura.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
“Entro en la canción” dice el
primer verso y empezamos a girar el picaporte; “es un concierto del
oleaje de tu ausencia” agrega y empujamos la puerta; “otro poema/
otra mueca de mis manos”, pff, estamos dentro.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El intenso poemario que Etchevarren
confecciona tiene como materia prima la emoción que se nutre de la
ausencia, de los silencios, del ardoroso conocimiento del amor
part(ido). Amor – Desamor, tópico dificultoso, requiere (para ser
soportable) superar el primer escollo: la cursilería. El poeta lo
logra. Cuando el poema empieza a rozar los tenebrosos lugares
comunes, Etchevarren, hábilmente se aleja: “...y sólo queda un
vacío roto de vida,/ una ruina respirante,/ un rincón de su tamaño/
para que un niño se esconda.” (Fábula de Ximena).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Presentimos las formas de un tú
lírico rigurosamente trabajado: es pasado, vacío, espalda,
indiferencia, huida... La lectura va en pos del irrealizable
encuentro, cada verso apuesta a la cercanía, cada poema descubre un
poco más de la escultura.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Cercado por el poderío de las
ilustraciones el texto que da nombre al libro es impagable; quizás
sobra el “Epílogo”, por encandilamiento previo. Felizmente,
perduran esas luces.
</div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-91914727822028962752019-01-17T20:42:00.001-08:002019-01-17T21:10:01.562-08:00Sobre un libro de Juvenal Torres<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCD1f_1AZ3XNV6IreHov3vcNtC5Csp_IBYBzf6sqRtY8Sh506fpycLek9M1EgrZGxptvxxywyyAGWv6vmT32RDofC2WzQ_KWd4FRzXD-NOl027R2qPWhFAWJmywYzaVNN62dGoYu1YY4Y/s1600/20190118_015910.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCD1f_1AZ3XNV6IreHov3vcNtC5Csp_IBYBzf6sqRtY8Sh506fpycLek9M1EgrZGxptvxxywyyAGWv6vmT32RDofC2WzQ_KWd4FRzXD-NOl027R2qPWhFAWJmywYzaVNN62dGoYu1YY4Y/s400/20190118_015910.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
La generosidad del Profesor Daniel
Quijano me permitió contar con una lectura inesperada para estos
días. La generosidad de la naturaleza me permitió que dicha lectura
fuera acorde con mi entorno, mi avidez lectora y mis estados de
ánimo.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El libro se titula “El escondido
secreto de tu queja” y esto es quizás lo único que me hace ruido:
me parece un título demasiado extenso para un libro de tan trabajada
brevedad, en su conjunto y en la individualidad de cada texto; de todas formas reconozco mi arbitrariedad.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Observo en el texto de Juvenal Torres
-autor de este poemario- un preciso manejo de la concisión poética
-virtud necesaria para cualquier empresa aforística- que se completa
con la contundencia de algunas de las sentencias y la profundidad de
las imágenes. Todo en pequeñas dosis, brevísimos poemas, que
invitan a la reflexión; el espacio en blanco como pausa para las
cavilaciones.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Recostado sobre la arena de Maldonado,
acudo sin pensarlo a este muestrario de pensamientos del poeta
salteño, elijo de pronto una de sus piezas, la abandono y voy por
otra, reconociendo o no sus secretas complejidades, los gestos del
desconsuelo o el camino de las azucenas. Entre mis favoritas, vayan
como souvenir (para ustedes) las siguientes:
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
*</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
"Alégrate que aún sientes el sol</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
sobre tu carne fría.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
No hay mucho más."</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
*</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
"Que los dioses te libren</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
de la batalla</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
feroz de la esperanza."</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
*</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
"Con tu fragilidad y tu tristeza,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
al menos intentaste ese jardín</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
inútil de azucenas."</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
*(1)</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
(1) Los textos pertenecen a <i>El escondido secreto de tu queja</i>, Juvenal Torres (2014).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-42591020861722004412019-01-09T19:06:00.000-08:002019-01-09T19:06:49.819-08:00Avistamiento: la trova de Oscar Sánchez<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZMzS8tfkq7dBRBJGeUcp3NV41xsP5mGJfxUNNd_xeJq6ZrGTCRn1cifP59uDt0T3wL-nV-f-3w7iH8VZvx69sn_S01zSc4QXhNkL7BVCcbvCo2ZGJu9Lye8zUtA1bChovipL9Jxsj73U/s1600/20615818_1391624977539546_5850936398640054227_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1085" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZMzS8tfkq7dBRBJGeUcp3NV41xsP5mGJfxUNNd_xeJq6ZrGTCRn1cifP59uDt0T3wL-nV-f-3w7iH8VZvx69sn_S01zSc4QXhNkL7BVCcbvCo2ZGJu9Lye8zUtA1bChovipL9Jxsj73U/s400/20615818_1391624977539546_5850936398640054227_o.jpg" width="270" /></a></div>
<br />
<br />
He vuelto a escuchar al cantautor holguinero Oscar Sánchez. Once meses pasaron de mi experiencia cubana, y la música de Oscar, su impronta escénica y la valentía de sus letras parecen ser la marea que me lleva de regreso. Encuentro en youtube unas pocas canciones: “El pega pega”; “La amenaza de la Nasa”; “Se me cae la mano”... Son suficientes para activar el recuerdo, las sensaciones que circulaban entre los que allí estábamos presente. El trovador, en esta tierra de trovadores con fronteras de agua, cumple con una misión de suprema responsabilidad. La nueva trova nutre y apremia y empuja desde el pasado, pero Oscar, barba bien cumplida, asume todos los riesgos, toma diversos matices y los hace confluir dentro de su propia creación. El abanico puede tener infinitas tonalidades, novedosísimas gamas, sorpresivas opacidades. Pero nunca falta el ritmo, el viaje estético, el túnel comunicativo. En nuestras manos quedan trozos de una experiencia irrepetible que, infructuosamente, trataremos de recuperar, reconstruir. Comprendo ahora, mientras observo el gazebo gris montevideano, que mi regreso es apenas una aproximación, un avistamiento desde el agua. Ansío poner los pies sobre la tierra.<br />
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<br />
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<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9123407133634380176.post-36126216152794695862019-01-02T18:44:00.000-08:002019-01-09T17:30:46.267-08:00Roma y la lluvia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiAV-1YvA6sbOHW0U4s5ZZTIjxBd-TBic3KuPqf40w8Fulfi078EU4xmvZ-xC0jb2cMXAdBcgGEzTSCIDLTJrP1rfBT2QN6xiGjxKZ_JK5pkhXRIolxj-C517OCuEN_3guIgmW4gaY0yM/s1600/Roma-ventana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="289" data-original-width="680" height="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiAV-1YvA6sbOHW0U4s5ZZTIjxBd-TBic3KuPqf40w8Fulfi078EU4xmvZ-xC0jb2cMXAdBcgGEzTSCIDLTJrP1rfBT2QN6xiGjxKZ_JK5pkhXRIolxj-C517OCuEN_3guIgmW4gaY0yM/s400/Roma-ventana.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Mi afinidad con la lluvia es casi tan
fuerte como la aversión que los demás sienten hacia mí por dicha
afinidad. La lluvia logra transformar mi insomnio en escritura, mi
sueño en un madrugón impensado, mis caminatas en un lentísimo
paseo de fotógrafo amateur. Mis escasos planes diarios tambalean, se
quiebran y desaparecen ante la improvisación de cualquier chubasco.
Mientras unos dicen “ahora no, está lloviendo” yo me lanzo a la
calle sin pensar ni siquiera en los paraguas.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Ahora bien, en ocasiones he tranzado
con la lluvia. Las páginas de un libro me han retenido en un sillón
por horas mientras afuera las gotas se baten a duelo con el viento.
Una buena compañía -mate mediante- me ha hecho comprender qué tan
real es aquello que se refleja en una ventana empañada. Y en
ocasiones, las películas...</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Vemos "Roma", la emotiva película de
Alfonso Cuarón que todos nombran. Es el primer film que veo en este
año que gatea. Pienso que no puede tener un comienzo más
auspicioso, la película y el año. Llueve sobre la tarde de
Maldonado mientras "Roma" se desenvuelve ante nuestros ojos y el vaivén
del agua lava las baldosas. Ese bastión afectivo que es Cleo
sostiene la tensión durante las dos horas que dura la película. El
blanco y negro, la lluvia sobre el blanco y negro, los diversos leit
motiv que Cuarón propone, la tristeza, el miedo, la violencia y la
memoria. Todo queda impregnado en nosotros, estupefactos
espectadores.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
"Roma" es una película de altísima
creatividad, entrañable, poética, y de un intensísima crudeza. Me
ha hecho olvidar la lluvia que, ahora, es apenas una resaca violeta
sobre los crepúsculos. Acaso, en este último olvido, reside mi
mayor elogio.
</div>
<br />Miguel Averohttp://www.blogger.com/profile/01324391921166556257noreply@blogger.com0